Matisse, Picasso, Dalí, Renoir, Giacometti, o Cézanne, son nombres y personalidades universales en la historia del arte del siglo XX, no les fue fácil alcanzar la casi inmortalidad, pero lo cierto es que tuvieron menos dificultades que las 17 mujeres de las que te hablaremos en estos "Apuntes alternativos de carrera", que también merecían estar en mi libro de arte. Regresamos con el cuarto capítulo, donde Natalia Goncharova nos introduce de lleno en la pintura vanguardista del siglo XX en Rusia.
Autorretrato con Lirios, Natalia Goncharova, 1903.
"Nosotros percibimos una suma de rayos que parten de una fuente de luz, que son reflejados por el objeto y que caen en nuestro campo de visión."
MANIFIESTO DE LA PINTURA RAYONISTA
Muchas de las directrices definidas por Georges Braque y Pablo Picasso, y que desarrollaron posteriormente María Blanchard, Juan Gris, Fernand Léger o Francis Picabia, generaron una serie de propuestas e investigaciones formales que poco a poco fueron conformando la historia del cubismo como movimiento seminal múltiple. Algunas de estas tendencias que tomaban como punto de partida las bases del cubismo fueron, por ejemplo, las experimentaciones llevadas a cabo por Sonia Delaunay-Terk y Robert Delaunay, que desembocaron en el denominado “orfismo”. No hay que olvidar la relevancia del trabajo artístico de Sonia para la Historia del Arte en cuanto a su concepción y desarrollo, así como su papel en otras disciplinas más allá de la pintura, tales como el diseño aplicado a la moda, a los tejidos o a los libros. Aunque hoy nos centraremos en Natalia Goncharova (Negaievo, 1881 - París, 1962), queremos destacar el trabajo de otras mujeres artistas muy activas de la vanguardia rusa, como fueron Alexandra Exter, Liuvov Popova, Olga Rózanova, Varvara Stepanova, Nadeshda Udaltsova o Katarzyna Kobro.
"El rayonismo tiene como finalidad las formas espaciales que pueden surgir de la intersección de los rayos reflejados por diferentes objetos, formas sacadas a la luz por la voluntad del artista."
MANIFIESTO DE LA PINTURA RAYONISTA
Natalia Goncharova es una de las artistas más importantes del siglo XX, además de ser una de las más influyentes, al ocupar una posición de liderazgo dentro de la vanguardia rusa en la época previa a la Revolución Soviética, perteneció a varios colectivos rupturistas, dirigió su obra hacia la pintura, la escultura, los carteles, y el diseño teatral y el de vestuario, sobre todo en colaboración con el empresario Serguéi Diaghilev, fundador de la compañía de los Ballets Rusos. Nacida en una familia de la alta burguesía rural, era biznieta del poeta Alexander Pushkin y se formó en artes en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura de Moscú, donde conocería en 1901 a quien se convertiría en su pareja durante toda su vida: Mijaíl Lariónov. Aunque su obra inicialmente estaba relacionada con temas rurales y populares e iconos rusos, se pueden apreciar las influencias que recibió, tanto del cubismo como del futurismo, en obras como "Lino" (1912) o "El ciclista" (1913), evolucionando hacia el movimiento que la pareja denominó “rayonismo”, una corriente de corta duración que coincidía con algunos descubrimientos científicos contemporáneos como la radioactividad o los rayos ultravioleta. En 1913 firmaron el Manifiesto de la pintura rayonista, en el que explicaban su interés por la naturaleza de la visión y el estudio de la luz como fuente de percepción sensorial del mundo. El espacio pictórico se construye a partir de 'rayos de colores' ordenados rítmicamente y secuencialmente, aunque la obra de Goncharova es más meditada y equilibrada que la de Lariónov, cuyos experimentos muestran más rapidez de ejecución.
"De manera estrictamente oficial, el rayonismo parte de los postulados siguientes: La irradiación debida a la luz reflejada (en el el espacio entre los objetos, eso forma como un polvo cromático). La teoría de la irradiación. Los rayos radioactivos. Los rayos ultravioletas. La reflexión."
MANIFIESTO DE LA PINTURA RAYONISTA
El ciclista, 1913 / El bosque, 1913 / Lino 1912 / Gatos, 1913 Natalia Goncharova
Fue parte integrante del grupo expresionista Der Blaue Reiter, así como miembro de la asociación rusa de artistas Sota de diamantes, creada en Moscú en 1909, la cual decidió abandonar, junto a Lariónov, al no estar de acuerdo con el exceso de influencia del post-impresionismo europeo, sobre todo la huella de Cézanne, que marcaba fuertemente las creaciones de sus integrantes. En 1912 se reorganizaron junto a otros artistas bajo el nombre Ослиный хвост, La Cola del Asno o El Rabo de Burro, según las traducciones, un grupo más radical que el anterior, el cual volvía a poner en valor la tradición popular rusa, ucraniana y oriental, conformando una nueva manera de interpretar la pintura denominada "neoprimitivismo", en cuya exposición participaron Goncharova, Lariónov, Kazimir Malévich, Vladímir Tatlin o Marc Chagall. Además de pinturas primitivistas sobre la vida campesina, Natalia mostró en esta exposición algunas obras de temática religiosa que se consideraron blasfemas, fueron censuradas y confiscadas por la policía rusa. Fue incluso llevada a juicio por pintar desnudos femeninos demasiado explícitamente, pues eso no era lo que se esperaba de una señorita bien educada. Pese a ello, en septiembre de 1913 expuso cerca de 800 cuadros y, para anunciar la exposición, protagonizó una performance en una de las calles principales de Moscú junto a un grupo de artistas, desfilando con las caras pintadas mientras les seguía la prensa.
"Si choco con la sociedad, esto ocurre solo porque ésta no comprende las bases del arte y no por mis peculiaridades individuales, que nadie está obligado a comprender”.
NATALIA GONCHAROVA
Performance de Natalia Goncharova, 1913
En 1914 diseñó, junto a Diaghilev, tanto la escenografía como el vestuario de la obra "El Gallo de Oro", representada por los Ballets Rusos y que, aprovechando la neutralidad española en la I Guerra Mundial, fue traída a España por el rey Alfonso XIII en 1916. Natalia recibió de Diaghilev algunos encargos relacionados con unos proyectos que tratarían sobre el baile español, apoyados por dicho rey. Para ello diseñó algunas piezas de vestuario influidas por la imaginería tradicional española tales como mantillas, peinetas o abanicos, además de reforzar el uso del color negro en sus creaciones, aunque dichos proyectos finalmente no se llevarían a cabo. Durante los años 20 se instaló en París, donde pasaría el resto de su vida, ya que los servicios de inteligencia rusa no le permitían regresar a su país de origen. Trabajó como diseñadora de moda y recibió encargos desde diferentes partes del mundo, fue también profesora, ilustradora de libros, y diseñadora de escenografía y vestuario para producciones de teatro y ballet, aunque tras la muerte de Diaghilev en 1929 comenzaron a disminuir sus encargos. La pareja de artistas entró en una época de relativa pobreza y ciertos problemas de salud durante las décadas de los años 40 y 50, aunque sorprendentemente quisieron reafirmar su relación, que ya duraba más de medio siglo, contrayendo matrimonio en 1955, y su obra continuó exponiéndose por el mundo y siendo adquirida por museos y colecciones de relevancia como la Tate. Entre las últimas obras de Goncharova se encuentran unas pinturas llamadas "cósmicas", que reflexionan sobre el espacio, en las que quiso hacer referencia al lanzamiento por parte de la Unión Soviética del Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia que se ponía en órbita alrededor del planeta. Unos meses antes de su muerte, el Arts Council de Gran Bretaña organizó en 1961 una retrospectiva que recogía la trayectoria de la pareja, reconociendo así la importancia de sus respectivas obras dentro del contexto de las vanguardias artísticas rusa y europea del siglo XX.
Escenografía y trajes para "El gallo de oro" 1914, Natalia Goncharova
Natalia Goncharova fue la única mujer que trabajó como diseñadora de escenarios para los Ballets Rusos, y como artista triunfó ampliamente ante el público y ante la crítica, pero lo que se cuestionó de ella era que llevaba un estilo de vida alejada de los convencionalismos sociales imperantes, levantando cierta polémica por sus modos de comportarse, su manera de interpretar el desnudo femenino, su costumbre de travestirse, e incluso en una ocasión golpeó a un hombre por llamarla "señora Lariónov". Toda una artista de vanguardia, la Goncharova.
Bailarinas españolas, 1916 / Traje español, 1916 / Mujer española 1916, Natalia Gorchanova
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