La etnia gitana ha sido víctima de discriminación y persecución a lo largo de los siglos, permaneciendo a las sombras de la sociedad europea.
Postal de una gitana tomada en Granada en los años 20
La etnia gitana ha sido víctima de discriminación y persecución a lo largo de los siglos, permaneciendo a las sombras de la sociedad europea. El trato digno hacia el pueblo gitano es un derecho humano. Debemos acabar con los estigmas y apreciar las contribuciones que nos ha regalado su cultura y gente.
La bandera gitana consta de dos franjas horizontales: una de color azul y otra verde, representando, respectivamente, el cielo y el campo. En el centro nos encontramos con la rueda de carro roja, la cual simboliza la libertad del pueblo gitano, repartido por todo el mundo.
El himno internacional gitano fue compuesto por el roma/gitano yugoslavo Jarko Jovanovic a partir de una canción popular gitana de Europa del Este. En sus versos, plasma las tragedias acontecidas durante la persecución gitana por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Uno de los actos celebrados en esta fecha es la Ceremonia del Río, donde las mujeres arrojan pétalos de flores al agua y los hombres encienden velas en recuerdo de sus antepasados. La corriente del río hace alusión a la naturaleza cambiante del pueblo romaní, la cual fluye sin entender de fronteras.
Por su parte, el origen del pueblo gitano siempre ha sido cuestión de debate. Expertos lo han clasificado como la minoría étnica no inmigrante mayoritaria en Europa, de inexistente estado o territorio. Uno de los textos publicados por la Unión Romaní de Agustín Vega Cortés relata: “[…] Pueden existir pueblos que no tengan territorio, que no tengan ni siquiera la pretensión de tenerlo, pero sí mantienen su cultura, su "sentirse pueblo", pueden existir durante siglos. El mundo está lleno de ejemplos que nos demuestran hasta qué punto eso es así; los gitanos somos uno de esos pueblos; no somos más, pero tampoco menos”. Podemos sacar en claro que el pueblo gitano tiene el deseo de vivir como colectivo unido por una cultura extendida en el mundo.
Se ha situado el origen del pueblo gitano en diferentes zonas geográficas, siendo los estudios de lingüística los que presentan las pruebas más contundentes e indiscutibles. El británico Jacob Bryant demostró como el romaní, la lengua de los gitanos, tenía las mismas raíces que el idioma sánscrito. De ahí la certidumbre de indicar sus orígenes en Punjab y el Sinth, al noroeste de la India. Su llegada a occidente es fechada hacia el año 1000, siendo reconocidos como ciudadanos españoles en la Constitución española de 1978.
Una de las grandes aportaciones del pueblo gitano son sus manifestaciones culturales, destacando el flamenco, protegido por la UNESCO desde 2010 El arte gitano vive en la dualidad, la melancolía y la alegría. Siendo así, el gitano está destinado a vivir religiosamente con el dolor y la felicidad, la pasión y la muerte. En su código lingüístico se incluyen palabras como “calle”, “familia”, “soledad”, “incomprensión” … etc. Destacan artistas como la bailaora Carmen Amaya, el cantaor Camarón de la Isla, el músico de jazz Django Reinhardt, el escritor Veijo Oskari Baltzar, el pintor Fabián de Castro o más contemporáneos como Las Grecas o Las Ketchup, hijas del reconocido guitarrista Tomatito. Como curiosidad cabe mencionar las raíces gitanas del polifacético Charles Chaplin, cuyo padre era de origen romaní.
Pepilla la Gitana y su hija, 1910. Joaquín Sorolla.
Asimismo, la cultura y la estética gitana atrajo el interés de numerosos creadores a través de los siglos, mencionando muy reducidamente a Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Caravaggio, J. W. Goethe, Ludwig van Beethoven, Franz Liszt, Charles Baudelaire, Joaquín Sorolla, Federico García Lorca … etc.
Aun así, el arte gitano se ha desarrollado de manera ajena e independiente a las tendencias de cada época.
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